Aún estás a tiempo de hacer un regalo especial a esa o ese docente especial que te acompaña en casa o en el trabajo. El profesorado somos una especie profesional distinta fácil de asombrar en cualquier tienda de baratijas importadas, tipo Tiger o Ale-Hop, donde la vaca de la entrada sonríe cuando detecta el ansia por ese material escolar que acostumbra a sufragarse el propio enseñante. La digitalización no ha podido con esa multitud de paridas con las que presumir de su inutilidad ante los colegas o discentes.
Una vez pasado Papá Noel, el innovador de estas fiestas tradicionales, toca esperar a SSMM los Reyes Magos; seguros de nuestro buen comportamiento en las aulas y talleres, durante los satisfactorios claustros o mientras suceden las productivas sesiones de evaluación. Son incuestionables nuestros constantes elogios a la organización escolar, la normativa académica y el buen hacer de los compañeros y compañeras del departamento a lo largo del pasado año. Somos unos benditos que lo merecemos todo. Incluso nos alegraremos si el otro recibe mejores presentes y compartimos materiales por doquier. Comparar está feo.
No me alargo más, no sea que finalmente reciba combustibles fósiles por exceso de guasa. Os dejo aquí con los mejores regalos navideños, festivos, democráticos o monárquicos (como cada cual guste hoy en día), especiales para docentes, para incluir en la lista del próximo 6 de enero.
1. Smart glasses. Los desamparados señores de Meta, junto a la reconocida marca Ray-Ban, han sacado al mercado unas gafas para con las que podrás hacer llamadas y enviar mensajes por WhatsApp, Messenger y SMS sin utilizar las manos, solo con tu voz, como ellos mismos apuntan. Un cachivache genial que seguro tiene alguna utilidad educativa intrascendente, más allá de grabar a tus pobres alumnos sin respetar su privacidad, a la vez que evitamos usar el móvil en clase (si es que eso se practica) para ver cómo anda el niño o estudiar la clasificación de la liga.
2. Un Tupperware [tuperguare] es un excelente regalo para cualquier docente, sea innovador o profesaurio. Combina a la perfección lo conservador (al vacío) y lo novedoso. Una marca de garantía para esas anheladas comidas recalentadas en la sala del profesorado donde se compite por el menú más saludable. Quitando los torreznos del moderno de turno.
3. La docencia es agotadora y exige a menudo dosis elevadas de cafeína para soportar ese horario del que siempre despotrica tu colega. El gasto en cápsulas suele ser elevado durante el curso y economizar con cápsulas rellenables de tu máquina de café favorita es una magnífica idea. Sostenible para tus párpados y para el planeta. Para los amantes del poleo menta también hay teteras plegables para almacenar junto a los exámenes.
4. No todos estamos hechos para una visita semanal al gimnasio. La cultura del cuerpo, donde todo pasa por estar fit, exige mucho sacrificio. Casi más que la lectura completa de un artículo de prensa. Mantener la lozanía, pese a los varios sexenios de docencia, y que sigan tuteándote cuando te preguntan la hora se ha vuelto una carga laboral que merecería su propio complemento. Un estimulador muscular eléctrico (aunque acabe luego al fondo de un armario) ahorra matrículas improductivas en el gym mientras visionas tu serie favorita y alimentas tu tableta de chocolate.
5. Únete al enemigo y empatiza con la muchachada. El reggaetón tiene su aquel. No todo se terminó con las letras educativas de Siniestro Total, Barricada o Sex Pistols. Regala este libro de Pablito Wilson para que tu docente se empape y conozca la música urbana actual. Lo siguiente será pasar por el filtro del autotune tus lecciones magistrales... (lo de llevar chándal mejor déjalo para el profesorado de Educación Física).
6. Nunca está de más un bonito cuaderno para anotar ideas, ocurrencias, experiencias personales o profesionales. Una Moleskine es ideal como borrador de esos proyectos educativos que algunos comienzan a denostar por su mala aplicación o falta de formación al respecto. Puede ser además una buena idea para iniciarse en el lettering, visual thinking, copywritting, content creation, designing, illustration, piltring, etc. Incluso puede servir para dar forma a tus pensamientos. Tampoco están nada mal las agendas de Valtrus.
7. Una camiseta ecológica reivindicativa, si te atreves, es también un buen regalo. Aún a riesgo de que te acusen de intento de adoctrinamiento, rojipardo, progre, woke... 👊 Siempre queda la opción de lucirla solo (o sólo) en casa debajo del batín. Si el susodicho o susodicha no es tan temerario puedes apostar por una bata laboral de Valento o de "La batita presumida" El hábito hace al maestro...
8. El vino lava nuestras inquietudes, enjuaga el alma hasta el fondo y asegura la curación de la tristeza. Haremos caso a Lucio Anneo Seneca y obsequiaremos con un buen vino de Casa Los Frailes (en este caso barro para casa) para retomar un curso siempre agotador. Guarda la opción 0,0 para las celebraciones en el aula.
9. Si tienes presupuesto, y antes que adquirir una licencia de ChatGPT, invierte tus ahorros en un robot de planchado. Mucho más útil que cualquier bot redactor de exámenes y temarios insulsos. Serás la excepción en un claustro habitualmente arrugado. Ni inteligencia emocional ni artificial: la mente es plana. O si tu escuela se ha convertido en un centro sin pantallas, sin IA o sin luz eléctrica, no dudes en adquirir un buen teléfono analógico. No admite distracciones.
10. Por último, y tal vez lo más trascendente, te animo a hacer un regalo justo o un regalo azul en favor de los refugiados en colaboración con UNRWA o UNICEF. Nuestras necesidades y deseos materiales son ciertamente irrelevantes si las comparamos con los evitables padecimientos de tantas familias.
¡Felices Reyes! 👑👑👑
0 COMENTARIOS:
Publicar un comentario
Disculpa las molestias si se demora la publicación de tu comentario. Se revisan para evitar el spam habitual. Muchas gracias.