UNA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN FP PARA TODOS

lunes, 16 de octubre de 2023

 

LA IA EN FP

 

Probablemente la Inteligencia Artificial (IA), al igual que ocurre ya con el acceso a Internet, se irá extendiendo y facilitando su acceso a toda la población. Y así como hay quien tiene una conectividad a Internet con velocidad 5G o dispone de datos ilimitados en sus dispositivos móviles; ya existen diferencias entre aquellos que pueden permitirse una IA de pago y los que solo acceden a una versión limitada y gratuita. Como casi todo, el acceso a una IA superior o premium dependerá de los recursos económicos de sus usuarios. 

 

Sufrimos una fiebre artificial, al igual que la que padecimos con gusto durante la expansión de Internet, los buscadores, las redes sociales y los cientos de herramientas que nos prometían el edén educativo. Empiezan a oírse todo tipo de voces que nos alertan por un lado de las amenazas de toda clase sobre el aprendizaje y los conflictos éticos que ocasiona su uso, mientras que, por otra parte, tenemos a los esperanzados e ilusionados por una tecnología incipiente que vaticina una transformación en nuestro modo de enseñar y el logro de ese aprendizaje autónomo codiciado. 

 

Las buenas noticias, para los optimistas y creyentes en la especie humana, radica en la oportunidad que tenemos de transformar la educación a través de herramientas que nos aporten esa dosis de conocimiento, creatividad y motivación necesarias para seducir a un alumnado en riesgo de dispersión permanente. También anhelamos, además de producir artefactos digitales más o menos vistosos, ganar tiempo para esas tareas inherentes a la docencia que nos ocupan un tiempo siempre escaso: evaluar convenientemente y de forma personalizada, adaptar las tareas del aula al grupo de clase o crear materiales innovadores más allá del un libro de texto. En estas o en otras muchas ocupaciones podríamos ser más eficientes para, de paso, ganar tiempo en esa atención que requiere nuestro alumnado. 

 

En cualquier caso, la base pedagógica para acometer la impredecible Inteligencia Artificial va a ser tan necesaria como una elevada competencia lectora de nuestros estudiantes. El conocimiento de la didáctica de nuestra materia sigue siendo un requisito fundamental para introducir unas herramientas que condicionan enormemente la enseñanza y la evaluación del aprendizaje. Los críticos del pedagogismo (o lo que eso signifique) tienen también una excusa perfecta para desechar una tecnología que, inevitablemente, tendremos todos al alcance de la mano. Deberíamos seguir, o tal vez comenzar, tratando de combinar en su justa medida y según la etapa educativa ese fomento por la lectura con el uso adecuado de unas herramientas digitales que pronto sobrepasarán nuestro entendimiento. Sería sensato comenzar a visibilizar buenas prácticas o debatir sobre las posibilidades formativas de la IA a través de profesorado con cierta experiencia en el aula o en los talleres; no solo a través de tecnólogos o comerciales del sector educativo. 


A nivel de la Formación Profesional ya se vislumbran y conocen distintos usos para todas las familias profesionales y sus consiguientes ciclos formativos. La labor digitalizadora, todavía en proceso en gran parte de los centros de FP, está abocada a introducir las herramientas de IA tanto para la mejora del aprendizaje como para la actualización de las competencias técnicas y personales del alumnado (y, por tanto, del profesorado). No importa el nivel de artesanía o trabajo manual de las titulaciones; cualquier ciclo estará de una u otra manera afectado por el uso de la IA en sus puestos de trabajo. ¿Cómo? Lo iremos viendo. Pero, sin ser agoreros, el mercado laboral exigirá el conocimiento y control de estas herramientas, además de aquellas competencias que difícilmente pueden ser sustituidas por la IA. Actualmente, esto significa que las tareas concretas de aprendizaje y de trabajo deben centrarse en la resolución de problemas en un mundo laboral digitalizado más que en herramientas digitales (por ejemplo, gafas de realidad virtual o impresoras 3D) o medios de comunicación digitales (por ejemplo, tabletas o pizarras); como así se afirma en "Artificial Intelligence and Assistance Systems for Technical Vocational Education and Training – Opportunities and Risks".

También, como nos cuenta ChatGPT (versión 25 de septiembre de 2023), la propia IA nos ofrece algunas ideas de por donde van los tiros en FP. El cómo abordar estas tendencias nos debería ocupar más tiempo:



La inteligencia artificial (IA) está transformando muchos sectores, y los empleos de los titulados de Formación Profesional (FP) no son una excepción. La forma en que la IA afectará a estos empleos dependerá de la especialidad y el sector en el que se encuentren. A continuación, se detallan algunas de las posibles implicaciones para algunos empleos de titulados de FP:

Automatización y Robótica: Aquellos titulados en especialidades relacionadas con la mecatrónica, automatización industrial y robótica tendrán oportunidades para trabajar en el diseño, mantenimiento y operación de sistemas automatizados, ya que la demanda de robots y sistemas autónomos probablemente aumentará.

Salud: En áreas como la enfermería o auxiliares de clínica, la IA puede ser utilizada para tareas administrativas, diagnósticos preliminares y monitorización de pacientes. Sin embargo, la necesidad de cuidado humano y empatía en muchos aspectos de la salud significa que estas profesiones no desaparecerán, pero sí pueden evolucionar en sus funciones.

Tecnologías de la Información: Aquellos con formación en sistemas informáticos y redes tendrán que adaptarse a entornos donde la IA juegue un papel importante en el análisis de datos, la seguridad y el mantenimiento preventivo.

Construcción: Si bien es probable que las máquinas y la IA asuman tareas repetitivas y peligrosas, todavía habrá una necesidad de habilidades manuales y de expertos en distintas áreas de la construcción.

Electricidad y Electrónica: La demanda de profesionales capacitados en la instalación, mantenimiento y reparación de sistemas eléctricos y electrónicos no desaparecerá, pero es probable que se integren herramientas de IA para diagnosticar fallos o para optimizar sistemas.

Diseño y Artes Gráficas: Aunque la IA puede generar diseños básicos, la creatividad humana y el sentido estético seguirán siendo esenciales. Sin embargo, herramientas basadas en IA pueden facilitar la creación y edición.

Hostelería y Turismo: La IA puede ser utilizada para la gestión de reservas, atención al cliente básica y tareas administrativas, pero la experiencia personalizada y el toque humano seguirán siendo esenciales en estas industrias.

Administración y Gestión: La IA puede automatizar tareas administrativas, como la entrada de datos, la contabilidad básica y el análisis de grandes volúmenes de información. Sin embargo, la toma de decisiones estratégicas, la gestión de recursos humanos y la interpretación de datos complejos seguirán requiriendo intervención humana.

Agricultura y Jardinería: Drones y sistemas automatizados pueden realizar tareas como la siembra, el riego y el monitoreo de cultivos. La IA también puede ayudar en la detección temprana de plagas o enfermedades.

Comercio y Marketing: Las soluciones de IA pueden personalizar la experiencia del cliente, gestionar inventarios y analizar tendencias de mercado. Sin embargo, la venta directa, el asesoramiento personalizado y el diseño de estrategias de marketing seguirán requiriendo habilidades humanas.

Imagen Personal: Si bien es difícil imaginar que robots realicen cortes de pelo o servicios estéticos personalizados, la IA puede ayudar en la gestión de citas, recomendaciones personalizadas basadas en estilos anteriores o tendencias, y la administración de negocios relacionados.

Mantenimiento y Servicios a la Producción: Aunque la IA puede ser útil para diagnosticar fallos y predecir cuándo será necesario el mantenimiento, las tareas de reparación, ajuste y calibración a menudo requerirán intervención humana, especialmente en sistemas complejos o entornos inusuales.

Transporte y Mantenimiento de Vehículos: Con la llegada de los vehículos autónomos, la industria del transporte está en plena transformación. Sin embargo, el mantenimiento, reparación y personalización de vehículos seguirán requiriendo habilidades técnicas humanas. Además, la comprensión de los sistemas de IA y electrónica en vehículos modernos será esencial.

Seguridad y Medio Ambiente: La IA puede ayudar en la monitorización y respuesta a situaciones de emergencia, en la predicción de desastres naturales o en la detección de contaminantes. Sin embargo, la intervención en terreno, la gestión de crisis y las decisiones estratégicas en relación con la seguridad y el medio ambiente seguirán siendo predominantemente humanas.

 


Queda mucho camino por recorrer y otras muchas equivocaciones a la hora de plantear e implantar la IA en el mundo educativo. Con una mayor sencillez en su uso vendrán nuevas oportunidades sin necesidad de una excesiva formación técnica ni sin ocuparnos demasiado en un sinfín de herramientas que el mercado, como es habitual, busca colocar entre los potenciales usuarios. No caer en la trampa de la dependencia a la multinacionales del sector tecnológico va a ser realmente complicado. Ojalá tengamos la lucidez necesaria para evitar los errores del pasado a la hora de invertir en dispositivos o un software inadecuados. Espero que, además de una democratización y acceso a una IA avanzada con la ayuda de las instituciones públicas, se nos pase la calentura y tengamos la visión suficiente para otear con claridad ese paisaje educativo y laboral que tanto nos inquieta. Sigamos formando personas que piensen, decidan y emprendan sus propias acciones. Eso sí, con ayuda de los datos y conocimiento que la IA nos aporta.

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