Leer la prensa escrita no es una afición habitual entre los más jóvenes. La desafección a los medios de comunicación así como otras formas de entretenimiento audiovisuales no ayudan a que se acerquen a la lectura de periódicos u otras publicaciones digitales. En papel ni hablamos. Las retransmisiones online (tipo Twitch), los canales de YouTube, así como el incremento de usuarios de podcasts, son la alternativa actual a la lectura de artículos de prensa para estar al día. O, mejor dicho, a "su día". La actualidad política o económica no suele causar entusiasmo alguno. Más allá de los titulares tendenciosos o de las polémicas del momento, no hay mucho interés en perder media horita al día en información actual. Ni los telediarios tienen ya mucho público jóven, más allá de los "chiringuitos" de turno con noticias deportivas instrascendentes.
La escuela debiera ser ese último reducto donde los jóvenes estudiantes tengan la opción, así como la obligación, de leer y estar informados; de debatir y criticar artículos de opinión y noticias; de apreciar el valioso papel que llevan a cabo los periodistas en los países democráticos. Leer, escuchar y conversar sobre la actualidad debiera ser tarea obligatoria desde cualquier materia. A menudo olvidamos conectar nuestra área de conocimiento con la realidad que vivimos; y no hablo solo de los intereses de los alumnos. Porque no hace falta ser experto para introducir ciertos temas o analizar las fuentes de información que tenemos al alcance.
Las redes sociales son ya el medio de comunicación preferido, entre los jóvenes de 18 a 24 años, para informarse. Y nosotros, desde los centros educativos: ¿aprovechamos convenientemente estos medios, más allá de promocionar o difundir actividades escolares? Bien sabemos que la inanidad es la tendencia perene de las redes sociales. Sin embargo, somos complices de simplezas con contenidos poco estimulantes cultural e intelectualmente. Por no hablar de las autocensuras, o de las temidas acusaciones de adoctrinamiento por tratar ciertos asuntos hoy día delicados.
En los momentos actuales, con el horror de la guerra en Ucrania retransmitida en directo, no debiera quedarnos otra que pausar nuestra programación y tratar con rigor lo que están sufriendo los ucranianos. Tenemos más recursos que nunca, más allá de los programas de televisión, para enseñar y educar a nuestros alumnos sobre esa historia que decíamos no se volvería a repetir. Demasiados paños calientes, demasiado lenguaje recatado, demasiada piel fina... que no contempla la cruda realidad de un planeta que sufre, cada época, los tiranos opresores y dictadores de turno.
Aquí algunos recursos sobre la guerra actual que pueden ser de interés para su uso en el aula, además de los diarios digitales que ofrecen estos días alguna información en abierto:
Desinformación y páginas donde desmontan bulos:
HIILO con una lista de fotoperiodistas que recomiendo seguir y que ahora están en Ucrania desplegados. Empiezo por @EmilioMorenatti, fotógrafo de @AP y uno de los más solventes.
— Moeh Atitar مو (@guerraypaz) February 25, 2022
TW: @emilioMorenatti
IG: https://t.co/4GwOZSz0ZB pic.twitter.com/C0dlAKVNkr
Cuenta en Instagram de BBC Mundo (en español) con información bien sintetizada y explicada:
Photo by Claudia Bachinger on Unsplash
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