Es curioso como los estudiantes de Formación Profesional acaban percibiendo la importancia de sus competencias básicas en matemáticas y en escritura. No descubro nada afirmando que adquirir una buena base de estas competencias, durante la educación obligatoria, supone ese plus necesario para desempeñar distintas tareas en cualquiera de las ocupaciones a las que se dirigen los alumnos de FP.
La antigua FP contemplaba materias como las matemáticas o la lengua española, en detrimento de la carga modular actual que contempla solo materias de carácter técnico específicas y transversales en todos los ciclos (FOL, EIE, RET). La buena noticia es que desde cualquier módulo podemos seguir trabajando las matemáticas y el lenguaje de un modo también transversal. Incluso, podríamos hacer ver al estudiante la necesidad de trabajar estas áreas a través de las distintas aplicaciones, tareas o productos que diseñamos habitualmente en el aula.
En los tiempos que corren, donde la espectacularidad de las herramientas digitales y un diseño dinámico venden mucho, debiéramos recuperar la importancia del manejo de las hojas de cálculo. A través de este tipo de programas podemos, en cualquier titulación, desarrollar multitud de contenidos a la vez que adquirimos competencias técnicas muy útiles en su entorno laboral futuro. Dar un paso más y avanzar en el uso de estas hojas de cálculo es necesario tanto para los docentes como para nuestro alumnado. En este blog de Juan Carlos Becerra se enumeran múltiples cursos gratuitos y online para iniciarse o especializarse en Excel a través de un MOOC.
Luego viene el tema de la lengua con la competencia escritora como un hándicap para muchos estudiantes que, obra y gracia del corto y pego en la red, escriben únicamente durante los exámenes; exámenes que incluso ahora están pasando a convertirse en meros formularios de corrección automática. Podríamos trabajar más textos (artículos periodísticos, fragmentos de ensayos, webs, blogs, etc.) sobre los cuales el estudiante pueda redactar su opinión o inferir unas conclusiones en cualquier formato digital.
Desde hace años, pese a que la tendencia nos lleva hacia una cultura preminentemente audiovisual, tengo inclinación al uso del blog en el aula. Que los alumnos tengan su propio blog personal y deban mantenerlo durante un curso es una tarea que requiere constancia y un ejercicio de escritura y reflexión. Obligar a redactar veinte o treinta líneas sobre cada tarea presentada, supone una tarea que va más allá de ese corta y pega que inunda la mayoría de trabajos. A la vez que nos sirve para señalar los errores gramaticales u ortográficos que se arrastran por la falta de práctica.
Que los estudiantes sean ágiles a la hora de redactar un correo electrónico, crear contenidos propios, organizar y gestionar distintos cálculos y saber comunicarlos convenientemente, dota de valor al perfil profesional de los alumnos. Pese a las carencias académicas con las que muchos aterrizan en la Formación Profesional, tenemos la oportunidad de solventarlas a través de nuestro trabajo en cada módulo. Pueden incluso descubrir que no "se les dan mal las mates y la lengua"; que con trabajo pueden lucir mucho, y brillantemente, como profesionales que hacen cálculos y redactan contenidos propios.
photo credit: wuestenigel Group of people sitting on calculator with white background via photopin (license)
¡Hola! Estoy totalmente de acuerdo contigo, Óscar.
ResponderEliminarMe apunto el consejo del Blog :-)
María José
Gracias por la lectura y el comentario, Mª José. Ya me contarás! Saludos!
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