VOCACIÓN PROFESIONAL INMADURA

jueves, 21 de noviembre de 2019
Es difícil tener una vocación clara cuando eres joven. Aún más complicado saber qué estudiar o qué tipo de profesión te gustaría desempeñar cuando estás rondando la mayoría de edad. No son muchos los que toman una decisión con la seguridad de saber hacia donde encaminaran su vida laboral o tienen la certeza de que encontrarán una ocupación acorde a sus intereses personales.

Las pruebas de acceso, las calificaciones del expediente académico o la situación familiar y económica pueden pesar mucho en este tipo de decisiones. Lo que no debiera de faltar, independientemente de todos estos factores, es una buena orientación académica y profesional que permita a los alumnos analizar todas las posibles opciones o dar marcha atrás en un momento dado en busca de esa profesión que colme sus expectativas.

Desde páginas como la del Colectivo Orienta u desde otras muchas webs oficiales de las administraciones educativas, se nos ofrecen multitud de recursos para ayudar en ese proceso de orientación del alumno. En cualquier caso, siempre será necesaria una intervención personalizada, tanto durante la educación secundaria obligatoria como en etapas posteriores. Una intervención que suele brillar por su ausencia, sobre todo en etapas postobligatorias donde el alumno cursa unos estudios dirigidos a otra etapa educativa o una profesión más o menos determinada.

En Formación Profesional tampoco se trabaja en exceso esa autoevaluación por parte del alumno donde se pueda reflexionar acerca de las capacidades, intereses y posibilidades de empleo ante la finalización de los estudios. Tan solo desde el módulo de Formación y Orientación Laboral se puede, a duras penas, asesorar al alumno con la escasa carga lectiva que dispone esta materia; desde la que además deben trabajar la prevención de riesgos, derechos laborales, inserción para el empleo, etc.


Creo por ello conveniente que, además de dotar de mayor importancia a este módulo de FOL, se debería trabajar coordinadamente con los respectivos tutores/as del ciclo formativo para dar esa necesaria orientación profesional. Asimismo, durante la ESO y el Bachillerato, pocos son los esfuerzos destinados a trabajar la orientación vocacional. Sabemos que los años conceden al alumno esa madurez necesaria para tomar decisiones; no por ello debemos dejar pasar la oportunidad de ofrecerles un asesoramiento y acompañamiento sosegado.

Luego ya vendrán los estudios de esas profesiones más demandadas o aquellas competencias profesionales y personales que buscan las empresas. Antes que nada debemos informar, ofrecer experiencias y alternativas para que la inercia no desenfoque el futuro de ningún joven. Y, por supuesto, no dejarse llevar por modas ni odiosas comparaciones entre unas y otras titulaciones; enterrar estigmas con las Letras y Humanidades, la Formación Profesional o muchas otras ocupaciones consideradas de segunda.

Toda esta reflexión viene dada tras la visualización, y posterior debate con los alumnos, de la película "El indomable Will Hunting".  Película de los noventa que muestra una realidad no demasiado diferente de la que podemos encontrar hoy en día en muchas aulas. ¡Qué difícil conocerse a uno mismo y saber hacia donde enfocar la vida profesional!

photo credit: pni Sunken Shadow via photopin (license)

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