La incertidumbre que nos toca vivir a los docentes (inquietos) en la actualidad no parece ser comparable a la vivida en anteriores épocas. La constante evolución de las metodologías, el desarrollo de nuevos y pasados modelos didácticos, la necesidad latente de pasar de una escuela tradicional a otra escuela más tecnológica o alternativa, nos lleva a muchos docentes a un cuestionamiento permanente de nuestra labor.
Este cuestionamiento se plasma a la hora de abordar las programaciones, pero, sobre todo, a nuestra forma de (inter)actuar durante las clases. No dar tanta importancia a los contenidos, más cambiantes que nunca, o buscar un funcionamiento democrático real en el aula, provoca inseguridades a los que hemos mamado de una escuela directiva donde el libro de texto y los exámenes eran un cimiento seguro. Te sientes inseguro cuando crees que el alumno abusa de tu tolerancia, o te falla el convencimiento cuando percibes que el alumnado no se implica en tus "diferentes" actividades.
A la postre, en mi caso, acabo en ocasiones añorando aquellos "felices" años donde con un libro o unos apuntes eternos, tenías el reinado del aula garantizado. Por suerte, me dura poco la nostalgia. Por suerte, sí noto más aprecio en unos alumnos que disfrutan aprendiendo en clase. Por suerte, una mayoría se esfuerza e interesa.
Por ello, y sabiendo que no existe un manual del docente diez ni coaches con fórmulas magistrales, sí creo en la esencial necesidad de evolucionar como profesionales. Sí creo en la improvisación como herramienta que quebranta el tedio en el aula. Creo igualmente en la planificación, pero en el sentido de una reflexión constante de nuestra enseñanza y aprendizaje. Y, también creo, aunque me cuesta abordarla con eficacia, en la importancia del esfuerzo. Un esfuerzo a trabajar desde la coherencia personal, donde el alumno pueda sentir nuestra pasión por el aprendizaje.
Para terminar, os invito a leer estos dos artículos que te dejan con aún más vacilación:
"25 años de docencia...3 meses de aprendizaje" de Ainhoa Ezeiza
"De la linealidad del aprendizaje al caos" de Jordi Martí
Óscar,
ResponderEliminarUn llibre interessant és la conversa entre María Acaso i Elizabeth Ellsworth en què reflexionen sobre la seva pràctica i aclareixen bastant sobre la incertesa a l'aula: http://sicomor2008.wordpress.com/2013/08/24/laprenentatge-dallo-inesperat/
Jo encara no m'he refet de la lectura de l'entrada d'Ainhoa Ezeiza: impactant.
Jaume
gracias
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