La casta está de moda. En estos tiempos de crisis y de cambios socioeconómicos, la casta está en boca de todo el mundo. Entendida como un grupo de personas o grandes grupos empresariales que, de acuerdo a sus propios intereses y de espaldas al bien colectivo, manejan los hilos políticos y económicos del país, el concepto ha hecho fortuna desde un punto de vista político.
@monparaiso & @oscarboluda |
Una cosa está clara: no es casta la educación musical, una de las principales víctimas de la nueva ley educativa. Tampoco parece que sea casta la educación visual y plástica ni, en general, las disciplinas artísticas, eternas olvidadas de los planes de estudios de la gran mayoría de nuestros centros. Las ciencias sociales, antaño clase media-alta, parece que están perdiendo su "poder adquisitivo" y viéndose relegadas a jugar un papel secundario en la formación de nuestro alumnado.
Por contra, las áreas de ciencias y de lenguas, especialmente el inglés en los últimos tiempos, ocupan horas y horas lectivas en todas las etapas educativas. Lo del inglés con el auge de los proyectos de centro bilingües está siendo de escándalo. Uno tiene la sensación de que muchos centros educativos quieren "subirse a la ola" del bilingüismo y, quizá en algunas ocasiones de prisa y corriendo, han otorgado una presencia predominante a este ámbito curricular que se le está negando a las disciplinas artísticas en sus diversas manifestaciones: teatro, literatura o música, por poner algunos ejemplos.
Por otro lado está la casta de los profesores que mandan "deberes". Una casta alimentada por algunos padres y docentes, supuestamente, para mejorar las competencias de nuestros hijos y alumnos. Si no mandas deberes no perteneces a esa casta de profesores exigentes que demanda nuestra sociedad hipercompetitiva. Fuera de la casta, algo desprestigiados, tildados como frikis o progres, están los profesores que prefieren exprimir el tiempo en el aula y que entienden que no son necesarias tareas repetitivas o simplemente memorísticas. Profesores que prefieren avanzar por otras áreas o materias fuera de la “casta curricular”.
También tenemos la casta de los que alumnos que buscan sólo aprobar. Una casta que el sistema ha perpetuado y acrecentado con el paso del tiempo. Un sistema educativo que sigue “haciendo casta” al priorizar el aprobado y los títulos sobre el placer de aprender. Aquello de “aprobar no es aprender” parece no haber calado lo suficiente entre unos docentes que no han sabido transformar el aprendizaje-enseñanza bulímico. Revolucionar la educación exige minimizar esta casta de los buscadores de aprobados.
Por último, se está conformando la casta de los docentes frikis y enredados que pululan por blogs y otras redes sociales, mayoritariamente en Twitter. Una casta en evolución permanente y que parece haber llegado para compartir y visibilizar su trabajo en el aula. Una casta que apuesta por una enseñanza a través de diferentes metodologías. Una casta a la que se accede por contagio del entusiasmo de sus miembros. Y tú, ¿de qué casta formas parte?
P.S. Artículo escrito conjuntamente con Ramón Paraíso que también podrás encontrar en su blog "De vuelta". Date una vuelta por su blog, no lo dudes...
Fuente imagen: Pilar B.
Y después algunos se preguntan por qué hay blogs de obligada lectura por parte de cualquiera interesado en temas educativos... Esperando con ansia tu siguiente artículo. Un placer, como siempre, disfrutar de tus líneas (en este caso hechas a cuatro manos con otro imprescindible en mis lecturas de cabecera).
ResponderEliminarGracias Jordi! Abrirse un blog debiera ser materia obligada entre docentes para abrir debates y reflexionar más a menudo. De otro modo me veo montando una casta de profes blogueros... :)
EliminarGenial Óscar, muy bueno
ResponderEliminarA ti Bernat por pasarte de nuevo por aquí! un abrazo
EliminarBuen artículo Óscar. Pero ojo con el escaparate de twitter...que una cosa es predicar y otra dar trigo. Que la casta del postureo educativo se va extendiendo. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Alejandro! Me preocupa poco el postureo, al final siempre está el "profe curator" para separar el grano de la paja. Me preocupan más todos esos docentes que se lo curran en el aula con buenas prácticas que no se visibilizan. Una lástima!
Eliminarun abrazo!