- La jornada continua. Se ha escrito mucho al respecto, pero desconozco la mejora pedagógica que aporta este tipo de jornada intensiva en los niños. Que un chaval tenga que aguantar 5 o 6 horas seguidas de clase hasta más allá del mediodía tiene poco de sentido común. Eso sí, es muy cómodo para algunos. Opiniones y estudios sobre este tema en el este post de Víctor Cuevas.
- Sesiones de 45 minutos en Primaria según la LOMCE. Pasamos de tener 5 a 6 clases diarias, menos tiempo para cada materia. Si queremos trabajar por proyectos o buscamos mayor transversalidad, no tiene sentido una compresión del currículo en más materias y sesiones con menos tiempo de trabajo. Interesante entrevista de Jacobo Calvo sobre esta cuestión y otras a las que afecta la LOMCE.
- FP Dual. La moda de las bondades del sistema alemán hizo mella en nuestros políticos. Una moda que ha supuesto la entrada en vigor de un pseudomodelo alemán en un país, el nuestro, donde abundan las pymes y donde no existen recursos humanos en las empresas para formar a los alumnos. Sin hablar de la falta de financiación o de recursos económicos para este tipo de formación y contratos por parte de las empresas. Un modelo todavía por conformar, donde los centros educativos tienen mucho más que decir. Yo apostaría más por un modelo a la vasca: "Un modelo de Formación Profesional".
- Pruebas de evaluación. Otra de las controvertidas medidas de la LOMCE es la aplicación de pruebas evaluadoras de los alumnos en Primaria y Secundaria. No tiene mucho sentido dirigir tanto el proceso de enseñanza al resultado de unas pruebas. Apostar por la homogeneización del aprendizaje en lugar de por una educación personalizada e inclusiva, no parece sensato. Seguimos obsesionándonos con las calificaciones desde bien temprano. Como dice Francesco Tonucci: "no hay ninguna relación entre el éxito escolar y el éxito en la vida".
- El inglés, bilingüismo, trinlingüismo... Otra moda en la que hemos caído padres y políticos tratando de atender una demanda del mercado laboral y que nos lleva a situaciones algo insensatas. Seguimos con el mismo método de siempre, donde los alumnos siguen con muchas horas lectivas de inglés, academias y horas extraescolares, y pocas habilidades comunicativas. Para más inri, se supone que con un certificado de nivel B2 los docentes somos capaces de enseñar inglés. En este caso, la intención no es lo que cuenta... "Por qué somos torpes con el inglés y lo hablamos tan mal".
En fin, seguiremos con el derecho al pataleo con la esperanza de que las medidas educativas se debatan más en el seno de la comunidad educativa y con una base más científica; sin perder de vista el objeto de la educación: nuestros alumnos. Parafraseando a Jean Piaget, ¿estamos creando personas creativas, inventoras y descubridoras?
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