Resulta obvio que la finalidad de la Formación Profesional es, principalmente, proporcionar competencias y cualificar a los alumnos para la actividad en un campo profesional. Aún así, pese a la escasa duración de los ciclos formativos, no resulta estéril el cultivo de otra serie de competencias, consideras inútiles, hablando en términos de mercado.
Recomiendo la lectura de "La utilidad de lo inútil", un manifiesto de Nuccio Ordine, donde se reflexiona sobre el verdadero valor de aquellos saberes no considerados prácticos o con una finalidad técnica y comercial. Saberes inútiles que son la esencia de la vida y que díficilmente encontraremos en la programación oficial de un ciclo de formación profesional.
Pero, ¿es posible incorporar estos saberes inútiles a la Formación Profesional que nos ocupa? ¿no podemos incorporar el cine, la poesía, la literatura o el arte a la enseñanza profesional? Si todo lo útil es lo que nos hace mejores, como afirma Ordine, ¿no seremos mejores profesionales si cultivamos además estos saberes inútiles?
Como docentes tenemos la obligación de adaptarnos a lo que demanda el mercado, ser competentes, buscar la autonomía del alumno a nivel profesional. Aún así, tenemos lo oportunidad de crecer junto a nuestros alumnos, disfrutar del aprendizaje sin necesidad de monetizar nuestra relación o buscando un beneficio económico. Podemos sumergirnos en otro tipo de actividades, superfluas o consideradas como intrascendentes, pero que son esenciales en el proceso de maduración del alumno ¡y de nosotros mismos!
Nos solemos quejar de la falta de valores o principios en la sociedad actual. ¿No es la literatura o cualquier otra expresión artística un buen modo de transmitirlos y reflexionar sobre nuestra humanidad? Si queremos, ante todo, buenas personas, además de buenos profesionales, ¿no deberíamos preferir lo que es bueno a lo que es útil? como afirmaba J. M. Keynes. Pese a la vocación utilitarista de nuestra etapa educativa, ¿no existe una motivación idealista en nuestro propósito como educadores?
Volviendo al lado "útil" de nuestra práctica docente diaria, alguno se preguntará o argumentará que eso no es posible en los módulos que enseña. Puede que el módulo profesional sea muy técnico o con poca carga lectiva, pero estoy seguro que todos podemos incluir, trabajar y aprender con estos saberes inútiles incluidos en nuestra programación didáctica. Como siempre, cada cual puede cocinarse estos ingredientes "inútiles" como considere conveniente. Sólo hay que condimentarlos en nuestra receta educativa.
Finalizo citando a Ordine en el libro arriba mencionado: "(...) ningún oficio puede ejercerse de manera consciente si las competencias técnicas que exige no se subordinan a una formación cultural más amplia, capaz de animar a los alumnos a cultivar su espíritu con autonomía y dar libre curso a su curiositas."
Imagen: Demócrito de Diego Velázquez.
LA FP INÚTIL
miércoles, 30 de julio de 2014
Con la tecnología de Blogger.
Un buen profesional es el que trabaja bien en equipo, es empático, tiene valores Morales... Cuestiones que debemos educar en formación profesional aunque no esté en el Cuericulum.
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