Tengo la percepción, por no decir la certeza, que muchos jóvenes y adolescentes desconocen las normas mínimas de seguridad en el uso de Internet, redes sociales o de sus móviles personales.
No es infrecuente encontrar alumnos que no restringen la privacidad de sus cuentas en las redes sociales por simple ignorancia. O que descargan datos personales de sus cuentas de Google en un ordenador o tableta pública. Sus fotos privadas, su historial de navegación o sus correos personales quedan al alcance de cualquiera.
Con los ya omnipresentes móviles o smartphones aún corremos más peligros. Nuestros móviles, en el caso de Android, están ligados a una cuenta de Google donde se almacenan por defecto las actividades que realizamos. Descargamos aplicaciones sin detenernos a pensar qué tipo de permisos estamos concediendo. Navegamos a través de redes wifi abiertas sin pensar en la posibilidad de que haya un hacker detrás tratando de robar mis contraseñas.
¿Qué podemos hacer? Ante todo educar en el sentido común y en la prudencia. En el caso de los más jóvenes puede ser como pedirle peras al olmo, pero hay que informar, sin asustar, dejando claras las consecuencias del mal uso de un móvil conectado a Internet o unas redes sociales mal gestionadas.
Podríamos empezar con unos consejos básicos de seguridad que salvaguarden, en la medida de lo posible, la privacidad y la seguridad de nuestros datos:
- Facebook: dedica unos minutos a investigar la configuración de tu cuenta personal. Tan sólo debes acceder, en la esquina superior izquierda, a la configuración de tu cuenta y de su privacidad. Revisa quien puede ver tu información y restríngenla lo máximo posible. Que tan sólo tus amigos o algunos círculos puedan acceder a tu biografía o ver tus fotos personales. Aquí tienes un vídeo interesante al respecto: "Cómo configurar la privacidad de Facebook 2013". Tampoco viene mal hacer una limpieza de supuestos amigos que aceptamos en su día. Si usas Tuenti, más de lo mismo, revisa bien la configuración de tu privacidad.
- Twitter e Instagram: estas dos aplicaciones suelen usarse en abierto. Existe la posiblidad de restringir quien puede leer mis tuits o ver mis fotos, pero lo usual es compartir con cualquiera aquello que publico en mi perfil. Si hago un uso personal de estas cuentas, no estaría de más utilizar un nick o apodo que impida localizarme por mi nombre y apellidos. Así en el futuro será más difícil que alguien busque sobre mis datos personales. Asimismo, tendremos cuidado a la hora de subir fotos privadas donde aparezcan terceras personas. No publiques nada en la red que no harías en persona, en un trabajo o en clase. Piénsalo antes. Lo mismo con el Whatsapp, cuidado con las fotos o mensajes que envías ya que pueden ser interceptados.
- Aplicaciones para móviles. Mucho cuidado con las apps que descargas. Lee antes los permisos que estás concediendo; muchas apps gratuitas te piden acceso a tus contactos, a tus fotos personales o a otra información privada que tienes en el móvil. Revisa si la app tiene comentarios - positivos- de otros usuarios que se la hayan descargado. Desinstala aquellas que ya no utilices y descarga alguna aplicación tipo Clean Master para limpiar archivos inservibles o realizar copias de seguridad. No olvides tampoco instalar alguna aplicación antivirus que te avise de descargas potencialmente peligrosas o que te proteja en caso de pérdida o robo de tu móvil. Utiliza siempre contraseña y un patrón de desbloqueo.
- Navegadores. Si utilizas Google Chrome desde un ordenador público asegúrate de que tu usuario de Google está eliminado. Puedes hacerlo desde el botón con tres rayitas horizontales situado en la esquina superior derecha del navegador, debajo del botón de cerrar pantalla. Pero, aún más importante, cuando añadas tu cuenta de Gmail a un navegador o a una tableta Android, NO sincronices tus datos. Es muy importante, ya que se pueden llegar a descargar tus fotos u otros datos privados. Tampoco viene mal borrar, desde Historial, las cookies o las contraseñas que puedas haber almacenado. En el caso de que utilices otros navegadores, recuerda también cerrar la sesión de las cuentas que abras, ya sean de Google o de cualquier otro servicio.
Sigamos insistiendo en la seguridad y en el sentido común cuando nos comunicamos en la red. Hay imprudencias que son inherentes a la edad, pero, que sepan al menos, las opciones para protegerse.
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