Entono el mea culpa: yo he mandado trabajos para recuperar, evaluar o para subir nota. Supongo que es algo heredado por varias generaciones de profesores. Mandar un trabajo o un dosier a presentar por escrito sobre un tema determinado: "Quiero 30 páginas sobre la cría del caracol para el día 30".
Hoy en día, con la existencia de Internet como fuente de información principal e inagotable, los alumnos se dedican a "fusilar", a copiar y pegar, toda esa información. Con suerte cambian el formato y dejan el trabajo bien presentado. Por tanto, el objetivo de aprendizaje y profundización en un tema determinado habrá quedado incumplido. El profesor habrá "ojeado" tropecientos trabajos y el feedback habrá sido mínimo.
¿Qué podemos hacer? ¿Podemos sustituir los trabajos por otra actividad que demuestre el esfuerzo y aprendizaje del alumno? Una excelente actividad son las exposiciones orales. Pedir al alumno que exponga, durante un tiempo determinado, un tema en concreto con ayuda de algún programa de presentaciones (PowerPoint, Drive, Impress, Prezi...). Tan sólo hay que dar una serie de normas o recomendaciones para el momento de la exposición:
- Marcar un tiempo mínimo y máximo en la exposición
- No se puede basar en la lectura de las diapositivas o de unos apuntes
- Debe saber explicar cualquier término o concepto que aparezca durante la presentación
- El diseño tiene su importancia: buenas imágenes, grafía, esquemas o mapas conceptuales de calidad
- Sintetizar el contenido de las diapositivas a desarrollar durante la exposición
- Mencionar, al final o durante la presentación, las fuentes que han sido utilizadas.
Si tenemos muchos alumnos, existe un modelo de presentaciones que limita el tiempo de exposición y el número de diapositivas: Pecha Kucha. Un formato de presentación de 20 diapositivas a desarrollar en 20 segundos cada una. Ver entrada de Néstor Alonso en educacontic.
Las presentaciones pueden ser cara a cara, sólo el profesor y el alumno, o con el grupo de clase. Un grupo que luego puede intervenir y preguntar a quien ha expuesto. Todo depende del tiempo y el momento del curso en el que realicemos la exposición. Una exposición que nos permite saber si el alumno ha trabajado e investigado sobre un determinado tema. Ayuda a que el alumno desarrolle su comunicación oral, así como a que aprenda a realizar presentaciones de un modo más formal y profesional. Leer entrada propia al respecto: "Cómo no hacer presentaciones".
En definitiva. Se trata de superar un modelo caduco, que los alumnos -y algunos profesores- inteligentemente, superan con el dichoso copio y pego. Hoy en día cobra mucha más importancia ser crítico a la hora de seleccionar materiales, saber hablar en público y aprender a razonar unos argumentos u opiniones personales.
Completamente en desacuerdo, absolutamente. Hay herramientas para controlar el plagio que solucionan ese problema con solo pedir que lo entreguen en odt o doc y, por otro lado, la honestidad intelectual es un contenido trasversal POR EXCELENCIA, conste o no conste en la legislación raquítica que nos gastamos.
ResponderEliminarEl alumnado ha de aprender a desarrollar ideas por escrito, ha de aprender a escribir BIEN, a argumentar, a dotar de narratividad sus trabajos académicos. ¿Acaso me estás diciendo que mi tesis doctoral es un full? ¿Podría hacerla si tú hubieses sido mi profesor y solo me hubieras mandado exposiciones orales? ¡Por favor! Es absurdo. ¿Acaso no puedes compatibilizar la exposición oral con el trabajo escrito? En mi mundo de Filosofía y Sociología de la Educación, el trabajo escrito precede a la exposición oral y son indesligables.¡Basta ya de snobismo pedagógico!
Por supuesto, la diversidad funcional del alumnado aspie y AAF (tú, como docente, no eres nadie para exponerle a técnicas conductuales tan agresivas como una exposición oral pública) la omites. Un poquito de consideración y de respeto, por los alumnos y las alumnas, y por tus colegas "de letras" (¡ja!)
ResponderEliminarLos argumentos se razonan POR ESCRITO y se exponen, posteriormente, de forma ORAL.
ResponderEliminarPor Dios Beatriz, que agresividad... la vida no es binaria, no es por escrito u oral, a elegir una. Desgraciadamente nuestro sistema educativo solo contempla lo escrito, aunque la vida es oral. Yo les pregunto a mis alumnos: ¿Tus entrevistas de trabajo van a ser por escrito?¿Las explicaciones de tu capataz?¿Cómo vas a exponer tus ideas a los compañeros?¿como te pondrás de acuerdo con ellos? Cuando entienden esto son menos reticentes a empezar a trabajar las presentaciones orales.
ResponderEliminarPor otro lado, el escribir no tiene nada que ver con argumentar (algunos incluso somos capaces de argumentar y razonar al hablar, sí, así, sobre la marcha...)Y sí, existen herramientas antiplagio, pero dado lo escaso del tiempo del que disponemos, muchos decidimos dedicárselo a fomentar la creatividad, la innovación, las destrezas orales, la búsqueda autónoma de información... en lugar de a fiscalizar el trabajo de los alumnos. Lo primero son capacidades para el siglo 21, lo segundo, para el XIX.
Beatriz, creo que no me he expresado bien o quizás sea una cuestión de opiniones. Como bien dice Ángeles debemos ayudar a desarrollar la expresión oral de nuestros alumnos.
ResponderEliminarQuizás no sea tan necesario a nivel universitario o en áreas de investigación, pero en Secundaria y FP son básicas estas habilidades comunicativas.
Por experiencia los profesores nos dedicamos a pedir dosieres que hojeamos y que han sido extraídos en su casi totalidad de Internet.
La expresión escrita debe y puede pedirse cuando se examinan y necesitan desarrollar algún contenido. Pero pedir trabajos por vicio y para pasar el expediente es otra cosa.
Además, cuando trabajamos las exposiciones orales, debemos por fuerza redactar para poder realizar una buena presentación.
Completamente de acuerdo contigo, Óscar. Yo, desde hace dos cursos (FP) trabajo en formato vídeo. Les pido q desarrollen un trabajo en equipo, investiguen sobre un tema y elaboren un guión. Deben explicar, visual y verbalmente un contenido en un tiempo determinado. Este trabajo, de todo un curso, lo cuelgan en su site individual, a modo de cuaderno (portafolio) y, entre otras cosas, mejoran su identidad y marca digital.
ResponderEliminarA parte de motivarles, aprenden a trabajar en equipo (cosa harto difícil, a veces) y a resolver conflictos.
Saludos!!!
Beatriz, no he entendido bien la necesidad de "escribir" de manera tan agresiva. Hay que trabajar eso... Quizá en el mundo de lo "oral" no hubiera sonado así. Cara a cara solemos pensar lo que decimos y ese es un trabajo activo, bueno para los alumnos y para todos.
Feliz verano!
Completamente de acuerdo contigo, Óscar. Yo, desde hace dos cursos (FP) trabajo en formato vídeo. Les pido q desarrollen un trabajo en equipo, investiguen sobre un tema y elaboren un guión. Deben explicar, visual y verbalmente un contenido en un tiempo determinado. Este trabajo, de todo un curso, lo cuelgan en su site individual, a modo de cuaderno (portafolio) y, entre otras cosas, mejoran su identidad y marca digital.
ResponderEliminarA parte de motivarles, aprenden a trabajar en equipo (cosa harto difícil, a veces) y a resolver conflictos.
Saludos!!!
Beatriz, no he entendido bien la necesidad de "escribir" de manera tan agresiva. Hay que trabajar eso... Quizá en el mundo de lo "oral" no hubiera sonado así. Cara a cara solemos pensar lo que decimos y ese es un trabajo activo, bueno para los alumnos y para todos.
Feliz verano!
Gracias Laura por comentar! Me apunto lo del formato vídeo, sobre todo para el tema del trabajo en equipo; ¡qué buena falta nos hace! (a profes y alumnos).
ResponderEliminarComo bien dices, si por escrito uno se muestra así, cara a cara no me lo quiero ni imaginar...
Felices vacaciones!!
Óscar, me encanta leerte siempre pero con este post creo que has acertado de pleno. Los comentarios bipolares son magníficos para la buena salud de un blog: si el "snobismo pedagógico" me acompaña, intentaré argumentar por escrito :)
ResponderEliminarMe parece bastante claro que el tema de fondo del debate no es el formato del trabajo que pedimos al alumnado, ni el hecho de priorizar lo oral sobre lo escrito: el problema es que unos intentamos adaptar los códigos de comunicación, la metodología educativa y el rol de profesor a la REALIDAD del aula, la sociedad y el mundo laboral (somos profesores de FP). Mientras que otros siguen en cortocircuito porque las cosas ya no son como antes: el profesor con su libro trasladando su esquema mental a unos alumnos pasivos que generan trabajos escritos con "honestidad intelectual" y vomitan conocimientos sin digerir en exámenes bulímicos. En este sentido, me hace gracia la etiqueta de turno que nos han puesto pero reconozco que las hay más creativas, textualmente hablando.
Pero lo que más me sorprende es que la crítica a tu post provenga de una persona que se posiciona como experta en filosofía y sociología de la educación y que en su perfil público de una conocida red social laboral menciona que ejerce como "Social Media Manager". Un perfil profesional para el que profesores como nosotros preparamos a alumnos que, además de saber expresarse por escrito correctamente, han de ser comunicadores orales eficaces, buscadores de información, analistas de servicios, sintetizadores de características de productos, usuarios de aplicaciones informáticas, autónomos o empleados por cuenta ajena... Profesores que NO nos conformamos con un temario de 1997, con el BYOD (que tiene que convertirse en BYODPC, verdad Ángeles?) o con el proxy de la Comunidad de Madrid.
Beatriz, no sé a qué te refieres con eso de que tu tesis doctoral es un "full", pero ni el tono ni la acidez de tu crítica me parecen adecuados en este contexto de diálogo entre profesionales de la educación. No demuestras el respeto que exiges.
Felices vacaciones a todos!
Compañeras y compañeros de FP, completamente de acuerdo con vosotros en el fondo y la forma.
ResponderEliminarLas inteligencias múltiples, las competencias básicas, la metodología TPACK y todo lo que queramos añadir, debe servir para que el alumnado -sobre todo en FP- se sienta motivado tras haber pasado en muchos casos por etapas formativas que le han resultado menos gratificantes.
Las exposiciones de proyectos son, en los ciclos LOE, el final de un proceso donde han de defender oralmente su trabajo escrito.
En nuestro sistema educativo, se dedica en infantil tiempo a la asamblea, a hablar en grupo y , según progresan en el sistema, se quedan relegados en un pupitre a ver el cogote de quien tengan delante y con suerte a verse las caras mientras escriben en sus cuadernos, pero hablar poco y eso les lleva a unos temores en la adolescencia y en la madurez que nuestros alumnos no se merecen. Por eso, trabajo con mis alumnos el blog de aula, intento que trabajen en equipo, y que cuenten a otros cuales han sido los pasos para llegar a desarrollar su trabajo y esto suele motivarles, que es en el fondo en lo que consiste esto de la educación, en que construyan y sean protagonistas de su aprendizaje.
Gracias de nuevo Bernat!
ResponderEliminarAún arrastro yo esas carencias; ni en el Bachillerato ni en la Facultad me exigieron realizar presentación alguna. Lamentable.
Hoy está claro que no podemos seguir así. Detrás de las presentaciones tiene que haber un fondo y un trabajo bien hecho. Y en FP podemos trabajar muchas competencias aprovechándonos de presentaciones, vídeos, blogs, etc.
Aunque, por otro lado, están los profesionales de las presentaciones que venden humo, pero de los que podemos extraer más de una enseñanza.
Es cuestión de cambiar el enfoque y repensar viejos hábitos o modelos. Como bien dices, motivar y fomentar el aprendizaje autónomo.
Suena bien, pero, ¡cuánto nos cuesta!