"Compartir es vivir". Seguro que viviríamos mejor, los docentes, si una gran mayoría hiciera público y compartiera su trabajo en el aula. ¿Cuántos profesores hay en nuestro país o por el mundo que son excelentes educadores? Estoy seguro que muchísimos. Y la gran mayoría permanece ahí, en su pequeño mundo, sin hacer visible su tarea diaria.
Me conformaría con conocer algo mejor el trabajo de mis compañeros de escuela. Aún así, por suerte, en Twitter o en algunos blogs, podemos encontrar reflexiones o prácticas de otros colegas. De todos modos, me sigue sabiendo a poco. Pese a que cada semana me tropiezo con algún profe que despierta mi interés, sigo pensando en que hay eso que llaman ahora, una" mayoría silenciosa". Una mayoría que no se atreve o no sabe que su trabajo puede ser de ayuda a otros muchos docentes.
Eso del trabajo en equipo es, a menudo, papel mojado en los centros educativos. Seguimos siendo reservados y cómodos a la hora de compartir experiencias. Trabajamos frecuentemente sin sosiego. Sin pararnos a pensar en lo bien que lo hacen muchos compañeros. O en su defecto, nos fijamos más en los errores o en lo que no nos gusta de los otros.
Porque siento envidida sana de esos profes que se hacen querer, que trabajan en proyectos memorables, que tienen siempre tiempo para sus alumnos. Quiero saber como lo hacen. Quiero mejorar. Quiero contagiarme de su buen hacer, conocer su truquillos, su experiencia, su manera de vivir las clases. Y, por ahí fuera, hay mucho buen profesor. No haría falta echar mano de la filmografía para conocer buenos ejemplos. Yo tengo una profe, de las buenas, en casa. Aún así, tampoco se hace visible... Compatibilizar el profesor 1.0 con el 2.0 es más fácil que nunca.
La educación debiera ser un sector intocable; donde estuviera prohibido competir, donde compartir saberes y experiencia fuera algo inherente a nuestra función docente. Más aún hoy en día, donde tan fácil tenemos hacernos visibles. Sólo falta un poco de atrevimiento. Sin vergüenza alguna.
photo credit: Gabriel Figueiredo via photopin cc
Te felicito por el post.
ResponderEliminarFdo: otra FePeadora (del ámito laboral)
Gracias efepera!! :)
EliminarMaravilloso post!!!
ResponderEliminarMuy amable por tus palabras! :)
EliminarLa verdad Oscar es que tienes razón. Yo también soy de la amplia mayoría reservada y cómoda aunque personas como tú y Dani Angulo nos estáis haciendo ver la realidad de otra manera distinta. Gracias por ello
ResponderEliminarGracias a ti Beatriz! Poco a poco vamos cambiando ciertos patrones que ya no sirven. Lo cierto es que todo va muy deprisa, pero no podemos quedarnos atrás los profes. Y juntos seguro que iremos más seguros. Así que anímate a compartir! ;)
EliminarNos vemos.
Es lo que pregono desde mi lugar , con cada grupo de colegas.Estoy convencida que muchas cosas y de las buenas suceden entre las cuatro paredes de las aulas de las escuelas, especialmente de las de gestión pública. Debemos hacer visibles nuestras prácticas de aula, para inspirar a otros, para hacer ver que si se puede a pesar de las circunstancias y para revalorizar nuestro rol, como terminas diciendo:"Más aún hoy en día...sin verguenza alguna"
ResponderEliminarSí, hay mucho profe inspirador por ahí fuera! A mi me ayuda mucho conocer sus prácticas, a través de una conversación, en un blog, vía Twitter... Tenemos más medios que nunca.
EliminarGracias por comentar! :)
Totalmente de acuerdo contigo (tanto en esto como en otras tantas cosas que posteas). El colectivo docente somos, tradicionalmente opacos, poco dados a compartir y a dar a conocer nuestros "secretillos". Gracias.
ResponderEliminarHay una minoría muy visible, pero, como bien dices, la opacidad es la regla. Una lástima. Hay que animar a nuestros claustros a traslucir poco a poco... Gracias a ti por comentar. Un saludo Alberto! :)
EliminarTienes toda la razón! Gracias por recordárnoslo!!
ResponderEliminarHola me recomendarían algún blog o página donde ver experiencias? Gracias
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